políticamente. Fue esta sensación autocomplaciente de la elite la que hizo que
nuevos intelectuales provenientes de sectores sociales medios presentaran di¬
versas críticas sobre un país gue, según ellos, estaba en crisis. El impacto y
desaliento generalizado en las clases bajas y medias producidas por el cambio
urbano, la pauperización de las condiciones de vida obrera, el impulso indus¬
trializador y las diferencias económicas experimentadas desde fines del siglo
XIX fueron alicientes suficientes para establecer variados diagnósticos sobre
los males gue aguejaban a la nación chilena.
La crítica a la sociedad chilena desarrollada durante la celebración del cen¬
tenario estuvo relacionada a la aparición y ascenso de la clase media. Según
Patricio Silva, las ideas tecnocráticas del positivismo francés como estable¬
cer un gobierno basado en el mérito, hacer de la ciencia la principal guía del
Estado, excluir los asuntos religiosos de la política, expandir la educación y
fortalecer la ciudadanía, fueron apropiadas y defendidas por la clase media
chilena en contra del gobierno oligárguico?. El acceso a lectura y a la educa¬
ción media fue el principal motivo para gue los sectores medios alcanzasen
mayor protagonismo en el espacio público gracias a nuevos puestos de trabajo
obtenidos en la complejización de la banca, comercio y servicios públicos?.
A través del ensayo, folletería y literatura, los nuevos intelectuales, hijos de
esta nueva clase, hicieron gue diversas instituciones enfocaran sus políticas y
objetivos hacia este nuevo sector emergente.
Gran parte de los ensayos publicados a principios del siglo XX tenían en
común la crítica a la vieja aristocracia y la demanda de una intervención esta¬
tal gue incluyera a la clase obrera, al ejército, a los indígenas y otros sectores
olvidados en nombre de la nación". Diagnosticaron a un “pais enfermo” que
aquejaba a la “raza chilena”. Fue la categoria de raza el eje de análisis de to¬
dos los ensayistas, pues su flexibilidad permitió esgrimir argumentos desde
todos los ámbitos, según apunta Bernardo Subercaseaux, fue considerada "la
base étnica de la nación, fue, por lo tanto, una invención intelectual, una re¬
presentación gue carece de fundamento objetivo. Se trata de un significante
que puede ser Ilenado con distintos rasgos, sean éstos biológicos, psíguicos,
culturales o sociales”. Es decir, fue una herramienta funcional para explicar
los problemas de un país.
Patricio Silva: En el nombre de la razón: Tecnócratas y política en Chile, Chile, Ediciones
Universidad Diego Portales, 2010, 262.
Azun Candina: Por una vida digna y decorosa. Clase media y empleados públicos en el siglo
XX chileno, Chile, Lom Ediciones, 2009, 27.
Según Patricia Funes, la aparición de intelectuales contestatarios que rompen con “la aris¬
tocracia del saber” del modernismo es similar en gran parte del continente latinoamericano
durante la década de 1920. Véase en Patricia Funes: Salvar la nacion. Intelectuales, cultura
y politica en los anos veinte latinoamericanos, Argentina, Prometeo Libros, 2006, 18.
Bernardo Subercaseux: Historia de las ideas y de la cultura en Chile. Tomo IV, Chile, Edito¬
rial Universitaria, 2010, 78-79.