fundamental de la elite nacional y sus partidos politicos, dejando de lado la
organizacion social y del Estado. Para el economista, el Partido Conservador
sölo se preocupaba de mantener una relacién activa entre la Iglesia y el Es¬
tado, mientras que el Partido Liberal y el Partido Radical buscaban reformar
esta dependencia. De este modo, la estabilidad ministerial, la politica inter¬
nacional, la condicion intelectual y econémica de los obreros, entre muchos
otros temas, fueron subordinados al debate doctrinario. En este contexto,
Subercaseaux sefial6 que mantener la religiön catölica “es impropia de un
pueblo progresista; manifiesta un estado de baja cultura que repugna a cual¬
quier espiritu impregnado de los ideales morales y econémicos de la época
contemporänea”, mäs adelante continué su critica expresando que el aisla¬
miento geografico también es causante del atraso, “encerrados entre el mar y
la montafia nos hemos aislados de los verdaderos ideales del progreso moder¬
no; y siguiendo por este camino corremos el peligro de quedarnos atras en la
civilizaciön americana”?””. Como soluciön a este problema, el autor propuso la
libertad de conciencia sin resistencia politica de los partidos y de la Iglesia.
Los vicios fueron vistos como otro problema que aquejé fuertemente a las
clases populares de principios del siglo XX. Para los ensayistas del Centena¬
rio, la prostituciön, el alcoholismo, las enfermedades venéreas, la mortalidad
infantil y la adiccidn a los juegos de azar, fueron los grandes males que de¬
generaron la raza chilena. Segün Francisco Encina, todas estas dificultades
tenian efectos directos sobre la raza y derivaban de las irregularidades del
desarrollo social. Sin embargo, también observé que la pronta muerte de per¬
sonas a causa del vicio era un aspecto positivo, pues “evita que nuestro pais se
Ilene de criminales, locos y enfermos””’. Para el autor de Nuestra inferioridad
econömica la nica solucién a estos problemas fue consolidar una ensefianza
de tipo racional en todo el pais. Abandonar las profesiones liberales y promo¬
ver la lectura, la educaciön fisica, la manufactura y el comercio, ya que “las
inclinaciones y aptitudes de la raza van por caminos muy diversos de aquellos
que la naturaleza traz6 a sus destinos”””. Segün Marco Antonio Leön, la idea
fue controlar todos los aspectos de la vida del trabajador, enseñar el respeto
a las jerarquias sociales y alejarlos de los vicios, difundiendo valores morales
como el trabajo, la honradez y la familia°”.
Para Luis Emilio Recabarren el aumento del vicio y del crimen tenia re¬
laciön inmediata con el progreso econömico de la burguesia. El conventillo,
aquella casa de varias habitaciones donde se hacinaban numerosos grupos de
Guillermo Subercaseaux: Los ideales nacionalistas. Ante el doctrinarismo de nuestros par¬
tidos politicos histöricos, Chile, Imprenta Universitaria, 1918, 15.
Encina: Nuestra inferioridad econömica, 101.
2 Encina: ob. cit.103.
Marco Antonio Leén: Construyendo un sujeto criminal. Criminologia, criminalidad, y so¬
ciedad en Chile. Siglos XIX y XX, Chile, Editorial Universitaria, 33.